Cuando el emblemático Boeing 747 celebra sus bodas de oro, Craig West, de Airliner World, reflexiona sobre la ilustre carrera del avión que cambió fundamentalmente la faz de la aviación comercial, acercó los viajes aéreos a las masas y abrió vuelos internacionales asequibles que hicieron el mundo significativamente más pequeño.
No cabe duda de que el Boeing 747 fue, literalmente, una gran apuesta. Con sus seis pisos de altura y 68,6 metros de longitud, el gigante empequeñecía a sus rivales y compañeros de establo tanto en tamaño como en coste. En el momento de la creación del avión, apenas una década después de la llegada de la era del jet, el futuro camino de la evolución de los aviones comerciales aún no estaba escrito. En Europa, los británicos y los franceses estaban invirtiendo sus recursos en el desarrollo conjunto del supersónico Aérospatiale/BAC Concorde. El 747, por el contrario, fue un acto de rebeldía en un momento en que la industria se empeñaba en la velocidad más que en el tamaño, y el deseo de Boeing de enfrentarse al delta anglo-francés dejó inicialmente al jumbo como el pariente pobre del avión de pasajeros Mach 3 Modelo 2707 del fabricante de Seattle. Irónicamente, este último fue …
