El Boeing B-17 Flying Fortress Memphis Belle es uno de los aviones más famosos de la Segunda Guerra Mundial. Si se le pide a la gente de la calle que nombre un avión concreto, lo más probable es que "el Belle" ocupe un lugar muy destacado. A ello contribuye, por supuesto, el hecho de que el Memphis Belle fuera objeto -y, de hecho, diera nombre- tanto a un documental de 1944 del famoso director de Hollywood William Wyler, como al largometraje de 1990 dirigido por Michael Caton-Jones, centrado en una dramatización de su misión final sobre Europa. Sin embargo, la fama del avión se debe en gran parte a sus hazañas en tiempos de guerra y a las de sus tripulantes.
Pero, ¿cuál es exactamente la justificación del renombre del Belle por encima de los miles de bombarderos de la 8ª Fuerza Aérea que contribuyeron a la campaña diurna estadounidense contra la Europa ocupada por los nazis entre 1942 y 1945? Las personas que hayan visto alguna de las dos películas podrían decir que se debe a que fue el primero en completar un período de servicio de 25 misiones, mientras que aquellos con conocimientos más amplios podrían responder que la tripulación regular del Belle fue la primera en alcanzar ese hito. En realidad, ninguna de las dos cosas …