En la rueda de prensa celebrada hoy en Downing Street, Priti Patel, Ministra de Interior del Reino Unido, anunció las medidas de cuarentena que se introducirán en las fronteras del país para protegerse de una segunda oleada del virus COVID-19.
La ministra del Interior declaró que toda persona que entre en el Reino Unido a partir del 8 de junio tendrá que aislarse durante 14 días. A su entrada, los viajeros deberán rellenar un "formulario de localización de contactos", y no hacerlo podría acarrear una multa de 100 libras. Cualquiera que incumpla las normas de cuarentena podría enfrentarse a una multa de hasta 1.000 libras.
Patel señaló que las autoridades de salud pública realizarán controles aleatorios para garantizar el cumplimiento de las normas y que se podría contactar con las personas de forma periódica.
Habrá anuncios en los vuelos de llegada y carteles en los aeropuertos para notificar las disposiciones a los pasajeros.
Karen Dee, directora ejecutiva de la Asociación de Operadores Aeroportuarios, comentó: "Nos decepciona que el Gobierno haya decidido aplicar un planteamiento simplista y general para poner en cuarentena todas las llegadas, sin consultar al sector. Esto amenaza con tener consecuencias económicas y sociales muy graves, no sólo en la aviación, sino en todos los sectores que dependen de la conectividad de la aviación, sin dar lugar a resultados de salud pública notablemente mejores que un enfoque más específico. Esto debe revisarse con más frecuencia que cada tres semanas".
A principios de esta semana, Michael O'Leary, consejero delegado de Ryanair, calificó los planes de "idiotas", afirmando que serían ineficaces para detener la propagación del COVID-19.
Willie Walsh, jefe de IAG, la empresa matriz de British Airways, afirmó que la aplicación de esta política "empeoraría [la situación] sin duda alguna", después de que la aerolínea de bandera anunciara sus planes para un "retorno significativo al servicio en julio".
En la reunión informativa, Paul Lincoln, director general de la Fuerza de Fronteras, afirmó que las normas se aplicarían "estrictamente".
