El prototipo del Eurofighter 2000 voló por primera vez desde Manching (Alemania) en marzo de 1994. Esto marcó un hito importante en el programa de colaboración con una aportación crítica del Reino Unido, que tenía sus raíces en las propuestas de BAe de principios de la década de 1980. Gran Bretaña acabó siendo responsable de la mayor parte de la producción, con un 37%. Sin embargo, la enorme complejidad del nuevo avión y de sus sistemas, así como la inevitable política, hicieron que pasara una década más antes de que fuera posible su entrada en servicio.
El Typhoon, como se convirtió, demostró tanto los beneficios como los inconvenientes de la colaboración. Siguió adelante a pesar de las grandes conmociones, como la reunificación de Alemania y la recesión de principios de los 90, sin que ningún país asociado se retirara, salvo Francia en las primeras fases. Por otro lado, muchos críticos se empeñaron en descartar el avión como un resabio innecesario de la Guerra Fría, ignorando que sus considerables capacidades polivalentes garantizarían su relevancia en el futuro, mientras que las disputas entre los socios y los procesos necesarios para alcanzar un consenso provocaron importantes retrasos. Los gobiernos trataron de gestiona…