En una guerra de guerrillas en el norte de Mozambique, la empresa militar privada rusa Wagner Group ha recibido el encargo de tomar la iniciativa de una fuerza yihadista comprometida. Pero no ha ido bien, como explica Al J Venter.
A pesar de contar con total supremacía aérea, movilidad sobre el terreno, excelentes comunicaciones y acceso a una serie de sofisticados equipos -incluidos drones y algunas de las mejores armas de escuadra del planeta-, una sofisticada fuerza mercenaria rusa ha sido expulsada del norte de Mozambique tras sólo unos meses de mezclarse con una dura fuerza yihadista de raíces somalíes. Esto va mucho más allá. Un informe confidencial de un alto funcionario de las Naciones Unidas que ha servido en Afganistán, en los dos Sudanes, en Yemen y en otros lugares, y que se ha comunicado directamente con este escritor, sugirió que al entrar con fuerza en el norte de Mozambique, el llamado Estado Islámico (EI) está sólo a un paso de ser totalmente activo en Sudáfrica. Dijo: "Este movimiento radical ya tiene una fuerte presencia que incluye bases de entrenamiento militar".
Habiendo entrado en el conflicto a instancias del presidente ruso Putin el pasado octubre -y disfrutando de un dominio total en el aire con un …
