Tras 68 años de servicio operativo, el poderoso bombardero estratégico de largo alcance de Boeing -el B-52 Stratofortress- sigue siendo el pilar de la capacidad de ataque global de la USAF, un título que este peso pesado conservará hasta tres décadas más.
A pesar de su edad, el B-52 sigue siendo el mayor y más utilizado bombardero estratégico del inventario de la USAF. Su impresionante carrera, que abarca ya seis décadas, no tiene parangón con sus homólogos en servicio: el Rockwell B-1B Lancer con capacidad supersónica y el bombardero furtivo B-2A Spirit de Northrop Grumman. Puede que el B-52H subsónico no cuente con las tecnologías avanzadas de sus aviones hermanos, pero sobrevivirá a ambos y complementará al futuro B-21 Raider de la USAF cuando entre en servicio. La flota de B-52H de la Fuerza Aérea, que cuenta con un total de 75 aviones, es una auténtica veterana de varias guerras y, con las importantes mejoras de capacidad y de motores previstas, los Estados Unidos no tienen previsto retirarlo en breve.