Los innovadores de la aviación adoptan muchas formas. La más obvia es la de aquellos que logran avances técnicos, ya sean graduales o revolucionarios. Algunos son nombres muy conocidos, otros pasan desapercibidos fuera de los círculos especializados, pero todos han contribuido al progreso de la industria. Luego están los que detectan una oportunidad comercial, la aprovechan y aciertan con la ecuación riesgo/beneficio. Sus contribuciones han sido igualmente pioneras.
Doug Matthews pertenece a este último grupo. Cuando este veterano condecorado de Vietnam y ex piloto de la Armada estadounidense del F-4 Phantom II montó su primer negocio de aviación propiamente dicho, lo hizo con un préstamo de 2.000 dólares y pocas ambiciones. Pero entonces se le presentaron perspectivas y las persiguió con energía. Basándose en su experiencia personal, abrió el camino para proporcionar a las fuerzas estadounidenses lo que se conoce como servicios aéreos de contratistas, liberando valiosos recursos de primera línea para que pudieran desempeñar las funciones para las que fueron creados. Hoy es uno de los sectores de mayor crecimiento en la industria aeroespacial militar, con un valor de miles de millones de dólares.
A partir de ahí, Doug se dedi…