Cuando los "Superforts" de la USAF oscurecieron los cielos británicos

Cuando la última unidad de las Fuerzas Aéreas del Ejército de Estados Unidos abandonó el Reino Unido antes de finales de 1946, se abrigaron esperanzas de que la situación estratégica mundial no requiriese el regreso de las fuerzas estadounidenses. La llegada de la paz tras la derrota de la Alemania nazi y el final de la guerra en Europa había traído consigo una reducción inmediata y rápida de la presencia estadounidense en las costas británicas. Pero a medida que la beligerancia de la Unión Soviética comenzó a causar considerable preocupación, surgió la idea de que podría haber sido prematuro.

En respuesta, la RAF acordó durante 1946 mantener cinco bases aéreas para un posible uso estadounidense en caso de que fueran necesarias. Se trataba de Scampton, Lakenheath, Marham, Mildenhall y Bassingbourn, todas ellas en el este de Inglaterra. En marzo se constituyó el Mando Aéreo Estratégico, cuya fuerza de bombarderos "big stick" pronto se volvería muy activa en los cielos británicos. En la vanguardia de este compromiso durante los primeros años se encontraban las superfortalezas de Boeing, el B-29 y el B-50. Ayudaron a llenar un vacío importante, ya que los B-29 y B-50 eran los más potentes. Ayudaron a llenar un vacío importante,…

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