El temible caza bimotor Me 262 de Messerschmitt inició sus operaciones de combate durante el verano de 1944, pero no fue hasta el invierno y la primavera del año siguiente cuando empezó a derribar aviones aliados en cantidades alarmantes. A lo largo de los últimos 77 años se han dado muchas explicaciones diferentes a esta extraña llegada tardía al frente. De hecho, se ha convertido en algo casi obligatorio para cualquier autor que aborde el tema elegir su favorita y ceñirse a ella. Las explicaciones más citadas incluyen la escasez de motores Jumo 004, los bombarderos estadounidenses que destrozaron las líneas de producción o la intromisión de Hitler en el desarrollo del avión. También se ha hablado de pilotos mal entrenados, un tren de aterrizaje débil y la inutilidad general tanto del gobierno nazi como de la Luftwaffe. Sin embargo, un estudio minucioso de las fuentes alemanas de la época revela una historia más compleja y llena de matices.
A finales del verano de 1938, la empresa Messerschmitt inició los estudios preliminares de diseño de aviones a reacción y en octubre recibió el encargo formal de empezar a trabajar en un caza a reacción. El 3 de enero de 1939, el Ministerio del Aire alemán, el Reichsluftfahrtministerium …